Mauricio fue un gran profesor del área de Dirección de Personal. Estaba convencido del valor que genera el talento en las organizaciones y el rol estratégico que tiene la función de recursos humanos para el desarrollo de las empresas y el país. Dedicó cerca de 40 años a transformar a las personas y a las organizaciones, contribuyendo así a la misión de IPADE.

Reconocido por ser impulsor de asociaciones de profesionales en Recursos Humanos. Enfatizaba la necesidad de establecer condiciones adecuadas para el desarrollo integral de la persona. Por ello estudió el tema de la generación del compromiso en los colaboradores y su vínculo con el desempeño del talento en la organización.

Fue líder, mentor y formador de personas, su legado debe permear en una nueva generación de líderes que se involucren en la adecuada dirección del talento en la organización, y promuevan la justicia, el desarrollo y el compromiso.

Miguel León tuvo el acierto de dar una perspectiva de Alta Dirección al mundo de las operaciones; fue pionero y experto en la generación de modelos de negocio basados en eficiencia, productividad de los activos y valor agregado.

Miguel deja un legado para la comunidad empresarial por haber establecido el vínculo de la creación de valor económico a través de las operaciones. Su visión fue siempre global, con un entendimiento de las cadenas productivas en América, Europa y Asia.

Su pasión por el sector automotriz posicionó al IPADE como un referente en el estudio de operaciones de clase. Asimismo, contribuyó con un enfoque en las relaciones de manufactura entre Estados Unidos, México y China. Fue un incansable impulsor de la innovación y de la construcción de cadenas de valor sostenibles.

Miguel tuvo una vocación de servicio a los participantes impulsándolos a la mejora continua y a superar los estándares de excelencia.

Agustín fue un promotor incansable de la democracia y la participación ciudadana en nuestro país. Para él, no bastaba con que hubiera elecciones, sino que tenía que haber demócratas. Era necesario formar e incidir en las personas para que se convirtieran en ciudadanos que participaran en la vida pública del país todos los días.

Él solía decir que la democracia estaba basada en instituciones sólidas y que los ciudadanos debíamos construirlas, fortalecerlas, participar en ellas y lograr que éstas se volvieran más importantes y sólidas que los actores que las hubieran formado.

El legado de Agustín debe cristalizarse en la conformación de una nueva generación de jóvenes que se involucren en nuestro país desde cualquier sector de la sociedad; que tengan alta preparación académica, valores morales ejemplares y un claro interés de que su trabajo genere valor social y transforme positivamente nuestro México.

Un hombre que combinó su vocación como economista con su talento para dirigir e incidir en las personas. Dejó huella en IPADE al fungir como director general por 22 años y, como cabeza del área de Entorno Económico, por 33.

Conocido por su investigación y análisis crítico, apasionado, comprometido en el tema de la creación de empleo y búsqueda de oportunidades productivas para la población mexicana. Consideraba que los líderes debían desarrollar cinco sentidos: común, social, de responsabilidad, de urgencia y el trascendente de la vida. Desde su perspectiva, los líderes tienen la labor de orientar e inspirar para detectar problemas y buscar soluciones, partiendo siempre desde el ser humano, con su dignidad y necesidades. Sin duda, su vida fue un ejemplo de esta clase de liderazgo que permeó en participantes, colegas y colaboradores.

Fue un convencido de que las escuelas de negocio están llamadas a agudizar el sentido social de los participantes que pasan por sus aulas y a sembrar en ellos la creatividad para apoyar, desde la empresa, a las personas marginadas. Para conseguir tal meta, invitaba a tejer redes de cooperación público-privada y así propiciar la creación de empresas que brindaran oportunidades de trabajo a más personas.

Un profesor que siempre impulsó a los participantes para que fueran mejores personas y empresarios. Innumerables fueron sus enseñanzas pero destacan dos que quedan muy grabadas en quienes forman parte de la Comunidad IPADE: "Si no estás dispuesto a tropezar y levantarte, habrás perdido la oportunidad de forjar una vida que mereciese ser vivida" "honra tu vocación de líder empresarial entregando lo mejor de ti a los demás en cada momento."

En buena medida el encanto de Carlos radicaba en su congruencia pues siempre fue ejemplo de estas dos enseñanzas. Un hombre dispuesto a tomar riesgos y a honrar su vocación en todos los ámbitos de su vida. En él destacan dos características necesarias e indispensables para que el efecto multiplicador del empresario se realice: unidad de vida y rectitud de intención.

Como profesor de IPADE su legado es innumerable. Fue miembro fundador y egresado de la primera generación. Profesor decano emérito y uno de los impulsores del programa MEDEX.

Durante sus *** años como profesor, transformó el área de Control e Información Directiva al destacar en su objeto de estudio la posición protagónica de las personas, “humanizando” las líneas de investigación de esta área cuyo fundamento inicial es el análisis de datos. Fue un creyente de que la planeación estratégica de las empresas debe traducirse en comportamientos y acciones concretas.

Su pasión por los temas de Control le llevó a incorporar en su práctica académica marcos conceptuales profundos, que sirvieron para proyectar al área como referente en otras escuelas de negocio.

A nivel directivo reestructuró los programas In-Company, al enfocarlos en el desarrollo de capacidades y habilidades de los participantes y no en el conocimiento profundo de las funciones.

Destacan en él su profesionalismo, entrega y extremo cuidado de los detalles en todos los ámbitos de su vida.